jueves, 18 de septiembre de 2014

Oscuridad

El timbre de salida había sonado, corrí a casa, tomé uno de mis libros y salí en bicicleta hacia mi lugar favorito, un pueblo fantasma a solo unos kilómetros de mi localidad. El día estaba nublado y gris. Una vez allí, me senté contra el tapial de una de las viejas casas y me puse a leer.
Ese día había viento  y mi cabello color caoba no me dejaba ver. Escuché un sonido detrás de mí, estaba segura de que el viento había movido una ventana de la vieja casa. Continué con mi lectura. Siempre me había gustado este lugar, era tranquilo, no me daba problemas para concentrarme.
De repente, la puerta de la casa se abrió con un sonido aterrador. Me levanté del suelo con rapidez y observé con atención, pero no sucedió nada. Volví  a sentarme y, esta vez, una de las ventanas se abrió con un chirrido ensordecedor.
Vi una gran pantera, oscura como la noche y con los ojos de color amarillo, salía hacia la calle. En cuanto notó mi presencia se detuvo. Nos miramos por un momento y luego él comenzó a caminar hacia. Mi instinto me dijo que corriera y así lo hice.
Paré un momento para recuperar el aliento y me di cuenta de que estaba en una parte del pueblo que no conocía, además, el animal ya no estaba persiguiéndome.
El sonido de una rama quebrándose atrajo mi atención. Allí estaba ella, con su horrible mirada, caminando con cautela hacia el lugar donde yo me encontraba. De repente, su forma comenzó a cambiar hasta llegar a ser una mujer adulta con el pelo negro y lacio.
El miedo me paralizó, no pude moverme, por mucho que supiera que ella iba a hacerme daño.

Un dolor agudo invadió mi cabeza cuando ella me golpeó con fuerza. Comencé a marearme, todo se nubló. Recuerdo el sonido de su sonrisa, el frío que sentí y, sobre todo, lo último que vi, oscuridad.


La desolación de Saint Lo: Tercera Parte

  Inmediatamente quise salir de esa casa,pero algo me lo impedia.Se hizo imposible abrir la puerta,como si alguien estuviera deteniéndola. Al abrirla me encontré con algo indescriptible,no hay palabra que lo explique. Era yo,en la misma situación que hace unos días atrás,en mi casa y alrededor,los fantasmas que me perturbaban todas las noches

Un pasado incontable

Cuenta la historia de que había una vez un tipo llamado Eduardo, él murió a causa de un pasado oscuro. Ese pasado te lo voy a contar a continuación.
Eduardo estaba cansado de pelear con sus padres, su familia era de clase media y su padre era un alcohólico; por otro lado su madre era una persona callada, sensible y tranquila. Ellos se ausentaron en gran parte de su vida, es por eso que Eduardo era un tipo solitario y no era muy sociable con las personas.
Un día en el colegio se aisló de una manera rara. Nunca hablaba con sus compañeros, las maestras le preguntaban qué le pasaba, porque de un mes a otro hubo un cambio definitivo en su vida.
Se había enterado que su padre era alcohólico y eso a él no le gustaba nada, y los mismos padres estuvieron ausentes su vida entera, por lo cual nunca se enteraron de los progresos que tuvo en el colegio y tampoco de su vida social.
Pasó el tiempo y Eduardo era el mismo de siempre, nunca cambió su forma de ser. Y llegó el día de la trágica muerte de sus padres, ellos murieron a causa de un choque frontal saliendo del trabajo, en plena autopista. Él nunca se lo esperaba de esa forma, él tenía en ese momento 28 años; como así también decidió vender la casa de sus padres (por causas económicas y mentales). De esta forma, él se fue a un edificio, donde vivió tranquilo y solo por el resto de sus 5 años en ese edifico del 5to piso.
Cansado de su vida sin sentido y sin rumbo hacia ningún lado, cansado de una vida solitaria, cansado de tanta discriminación, decidió quitarse la vida tirándose desde ese balcón del 5to piso.

Hoy en día nadie lo recordaba, como si su muerte no le hubiera afectado a nadie, era una vida rara, y sin rumbo alguno.

La desolación de Saint Lo: Segunda Parte

   Comencé a caminar en esas calles oscuras y agrietadas, mi bolso pesaba por causa de mis pertenencias. Me sorprendía que el lugar estuviera despoblado,me intrigaba el saber que había ocurrido allí. Ese sentimiento me despertó a golpear una puerta. Esta era de madera,arruinada por los años,se veían rastros de rasguños,como si alguien hubiese querido entrar,decidí abrirla,y el eco acompaño a mi voz al decir:”¿Hay alguien aquí?”.Pero,la única respuesta que recibí era la de mi voz,retumbando sobre las paredes. Tomando valor,entre a cada habitación,oía pasos detrás de mi, pero no les hice caso. En cada habitación había algo particular:Paredes húmedas que además estaban repletas de símbolos. Empece a leer o mas bien trataba de entender que decían. Decidí no haberlo hecho cuando leí,en letra minúscula:”Te dije que volvería”.

Un reflejo en el espejo

Estoy sentado mirando, a través de la ventana, las flores del patio del manicomio. Voy al baño para peinarme y, al verme en el espejo, los malos recuerdos inundan mi cabeza. No quiero regresar a ese momento, pero no puedo evitarlo.
Todos los días, antes de ir a la escuela, me miraba en el espejo y,  hacía en mi cabeza, el mismo peinado de siempre. Desayunaba solo, porque mi mamá y papá casi nunca dormían en casa. Él le pegaba y la maltrataba. En el colegio me discriminaban por mi color de piel, por eso siempre estaba solo. Necesitaba de alguien.
Una noche escuché un ruido en el baño. Cuando entré no encontré a nadie. En ese momento, la luz se cortó. Me quedé quieto y vi a alguien en el espejo. Estaba ahí, quieto. Era una silueta algo extraña. Me di vuelta pero no encontré a nadie. Tenía miedo, mucho miedo.
A partir de esa noche y las siguientes, esa silueta seguía apareciendo. Se lo conté a mi madre y mi padre, pero lo único que recibí fueron burlas. Nadie me creía y yo estaba cansado. Cansado de que no me crean, de estar solo, de ver violencia y más violencia.
Pasó un mes y esa silueta permanecía intacta en el mismo lugar. Rompí el vidrio con mi mano de la bronca que tenía. Entré a la pieza de mis padres, y la vi, estaba allí. Era un arma de mi padre. La agarré y un impulso inesperado salió de mí. Disparé. No quería, pero lo hice. Mi mamá y mi papá ya no estaban. Nunca sentí dolor, en ese momento no me importaba nada.
Hoy estoy aquí, en un manicomio porque me trataron de loco. Ellos no sabían lo que era vivir con violencia. Yo necesitaba de alguien. Ahora lo único que tengo son recuerdos, pero nada, nada de tristeza.


La desolación de Saint Lo: Parte 1

  Matías trabajaba en la planta nuclear de Saint Lo, vivía como una persona normal pero con una extraña adicción a lo sobrenatural.
Su hogar estaba apartado de la ciudad.Era un lugar desolado,oscuro y a pocos metros se encontraba un cementerio,el cual,estaban los cadáveres de sus familiares,que el mismo había visto morir durante la guerra fría.
 Durante la noche no dormía,ya que los escuchaba hablar alrededor de su cama.

  Cada vez los ruidos eran mas fuertes, oía el respirar de cada uno de ellos.No tenia personas cercanas a quienes contarles sus angustias,no sabia como resolverlo.Luego de pensar la situación,decidió ir al pueblo,con la esperanza de encontrar algún alma buena que le ayude.

Adol-Fin..

Culmina el día gris, en el que Adolfo, un hombre delgado de más de 70 años, se dirigía a su casa, en el pueblo Runquelchu. Solitario, entra a su mansión que ocupaba casi media cuadra, con sus botas negras cual araña, que aterrorizaba a toda la población, soberbio y mal llevado, en lo más oscuro de las desoladas paredes de sus pasillos, se desvanece entre la niebla. Amanece en Runquelchu, sus habitantes cual grillos se levantan con un sol radiante, que refleja las bellas llanuras salteñas, Adolfo en la más oscura de sus habitaciones se manifiesta de negro, debido a que se tenía que dirigir al cementerio municipal ya que era el encargado. Se desvanece el sol, el prosigue en el cementerio, cuando de repente se escucha entre los balcones amohosados unos rasguños ensordecedores. El lentamente mira con curiosidad, observa a su alrededor, y luego de la nada, siente que alguien le respira, situado detrás de el. Se paraliza inmediatamente, luego de varios minutos, intenta escapar de esa sensación horrible, que le congelaba hasta las pestañas.

Muchos comentan que se mato, otros que había escapado, pero en realidad nadie se imagina que habrá sido de Adolfo...Tu, si (?